lunes, 19 de septiembre de 2011

Responsables... ¿Pero de qué?


¿Qué es la responsabilidad?
En el diccionario de la Real Academia Española son ofrecidas varias definiciones, de las cuales, he escogido tres para poder utilizarlas en el escrito de hoy.
1.    Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal.
2.    Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.
3.    Dicho de una persona: De posibles y digna de crédito.

Al mirar algunas de esas definiciones nos damos cuenta que cada una puede referirse a algo específico, pero alomejor no resuelve nuestra duda sobre este aspecto. Sin embargo, si buscamos la palabra responsable, hallamos definiciones que nos aclaran más las ideas. Por ejemplo:
1.    Obligado a responder de algo o por alguien.
2.    Dicho de una persona: Que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

La primera definición se refiere a una consecuencia de la cual una persona ofrece una respuesta o pasa por la consecuencia. La segunda definición es el significado de lo que hemos planteado. Esto último se podría relacionar con la palabra prevenir, aunque no signifique exactamente lo mismo.

Una vez que sabemos esto, la pregunta es: ¿Somos responsables? Y si lo somos, ¿de qué?

Hace muy poco el Espíritu Santo me llevó a reflexionar sobre lo que me había dado, donde me habia puesto, ¿estaba siendo responsable o más bien había salido de las situaciones comprometidas por su gracia? Esto es lo que me quiso hacer ver en aquella noche. Dios no va a permitir que lleves cargas que no puedas aguantar, pero tampoco te va a dar más de lo que no puedas hacerte responsable. Esto último puede ir relacionado con la parábola de los talentos que narra la biblia en el capítulo veinticinco de Mateo, los versiculos catorce al treinta; hubo dos hombres que fueron responsables y uno que no lo fue, y cada uno obtuvo esos frutos excepto uno, que no obtuvo nada.

Si hay algo, en lo que debemos ser responsables, es vivir en orden nuestra vida. En Proverbios 4:23 dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. Nosotros somos responsables de guardar nuestro corazón. ¿Cómo se hace? Bueno, yo puedo hablar por experiencia, y averigüé que guardando los consejos de Dios y de las personas que Él usa para hacernos llegar esos consejos a nosotros (líderes, pastores, personas de crédito como decía la segunda definición…). Hay muchas cosas en este mundo que pueden dañar nuestro corazón, pero somos nosotros los responsables muchas veces por abrir puertas que no debemos de abrir.

Es muy curioso, ver como en películas o en series de televisión, donde el protagonista es un superhéroe o un a figura cómica, no se le puede vencer ni quitar de en medio de otra forma que no sea atacando su corazón. Pondré dos ejemplos de  estos personajes:

Spiderman. En la primera película (personajes de carne y hueso), el duende verde intenta quitarse de en medio a Spiderman; primero mantiene una lucha cuerpo a cuerpo, pero fracasa y termina huyendo, más adelante, mantiene una conversación con él, donde ataca su mente, intentando cambiar su forma de ver, ya que intenta convencerle de que la gente de su ciudad terminarían odiándole, pero tampoco resultó. Fue cuando una escena, en la que Norman Oscorp habla con el espíritu del duende, y le revela que la única forma de poder vencerle, es atacar su corazón. Cuando Peter Parker se da cuenta de que han atacado a su tía y, más adelante, al amor de su vida, es cuando más daño le produjo el duende a Spiderman.

Steve Urkel. Un personaje muy patoso y una forma de vestir la cual no es deseable de imitar. Sin embargo, tiene unos valores muy buenos y una fuerza mental muy fuerte. Una persona que vea la serie o la haya visto, se dará cuenta de que Steve no queda marcado porque los chicos del instituto se burlen de él o le hagan trastadas, pero si queda ofendido cuando Carl, Eddy o Laura le lanzan una ofensiva, puesto que son las tres personas que Steve más ama de toda la serie, o al menos, eso demuestra.

¿Impactante? A mi si me lo parece. Ya que no son dos ejemplos que uno pueda pensar, son cristianos, lo han hecho con ese propósito. ¡No! Ni la película ni la serie es cristiana, pero la palabra de Dios es inquebrantable.

En conclusión, debemos ser responsables de todo aquello que tenemos y en los lugares donde Dios nos ha puesto. Si no lo hacemos, podemos perder lo que tenemos, quedar marcados, marcar a otras personas y, de seguro, no tendremos lo que queremos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Controlando... ¿Quiénes somos?

Como ya dije anteriormente, aquel lugar donde más se ataca a una persona (sobre todo si está siendo procesada) es a la mente. Cuando más cabida se le da a los pensamientos más dependiente nos hacemos de nuestros propios razonamientos y llega un momento en que no podemos ver más allá, nos cegamos, y llega un punto en que queremos tener la razón cuando no la llevamos. Sin embargo, no es precisamente por ahí donde quiero parar. La importancia radica, en que a veces nos podemos dejar llevar por algo que nos ha ocurrido que no nos ha gustado o no nos ha sentado bien y comenzamos a tener pensamientos los cuales agrandan más las situaciones de lo que realmente es algo que se debe quedar en el día en que ocurrió.

Una noche, mientras estaba teniendo un tiempo con el Señor, me preguntó si yo sabía porque mis pensamientos se alargaban, mis imaginaciones podían llegar a alargar las situaciones, como me alejaban de la realidad, y cual era la solución a todo esto. Normalmente, cuando uno discierne que el pensamiento que está teniendo y sabe que no proviene de Dios, hace el esfuerzo por cambiar esa dirección ciento ochenta grados. Sin embargo, no todo queda ahí, debido a que después nos invade otro pensamiento, el cual nos puede resultar familiar: “Los demás no van a hacer ese cambio y verás como ellos si prosperan y siguen bien”. Es cuando más nos podemos comer la cabeza y alargar ese estancamiento en nuestra vida. Y el fruto de todo esto, es que puede ocurrir lo que pensamos y nos podemos hacer daño. No podemos pararnos a pensar que no vamos a conseguir trabajo, aprobar un examen o que vamos a suspender el práctico del coche, porque termina ocurriendo lo que pensamos; dentro de un orden, si no buscas no encuentras trabajo y si no estudias no apruebas el examen. La respuesta a la última cuestión, la encontré en una predicación de mi pastor el día 25/8. En realidad ha compartido muchas veces sobre esto, pero ayer concretamente fue necesario para mi vida, porque era el tema que yo estaba tratando. A la mente jamás podemos darle cabida, porque si lo hacemos, terminamos perdiendo el norte.

Hay que hacer práctica la palabra de Dios cuando dice, por ejemplo, en Proverbios 19:11 que nuestra cordura detendrá nuestro furor y nuestra honra será pasar la ofensa. Si verdaderamente lleváramos dentro ese versículo, no habría ni el diez por ciento de problemas que habría entre los hijos de Dios.

Debemos de tener en cuenta “quienes somos”. Es algo que hace poco me compartió un hermano del grupo de jóvenes; él lo ubicó hacia el plano de la credibilidad y de la fe. Ya que no creíamos en que El más poderoso estaba con nosotros. Yo lo quiero ubicar al plano de la identidad compaginada a nuestros actos. ¿De verdad vivimos como un hijo de Dios? ¿O nos permitimos cosas de las cuales el mundo vé normal?

Por mucho que la mente nos lleve a la conclusión de que hay cosas que las hacemos porque nos es necesario, porque nos irritamos, porque nos agobiamos, todo es totalmente falso. Cómo dice en Gálatas 5:16-24, debemos vivir en el espíritu, y conseguiremos dejar la naturaleza pecaminosa.


Digo, pues: Andad en el Espíritu,
y no satifagáis los deseos de la carne. ((Gálatas 5:16))

lunes, 22 de agosto de 2011

¿Probar o Privar?

Fue en el mes de Abril o Mayo, no recuerdo bien, cuando ocurrió. Estábamos mis compañeros de clase y yo en el campamento "opcional" que hacíamos en la asignatura de Animación. Todos los días habían actividades programadas con su orden correspondiente pero, por las noches, cada uno estaba con permiso de hacer lo que quisiera, era tiempo libre, siempre y cuando no se molestara a "las buenas personas" que querían dormir. Ocurrió en la segunda noche, cuando se programó un botellón para toda la clase y, como podeis imaginaros, yo no fui y me quedé en mi cabaña. Para mi sorpresa, un compañero, que es amigo mío desde los 8 años, se quiso quedar conmigo y no ir al botellón. Fue muy sorprendente para mi ya que ese amigo le encantaba la fiesta y también beber de más, y empezamos una conversación.

Él me preguntó de primeras que si mi decisión de no ir nunca de fiesta con ellos ni tampoco participar de los botellones tenía que ver con que yo fuera cristiano. Mi respuesta fue un "si" rotundo, y ya le expliqué las razones, que vosotros conocéis de la palabra, cuando nos dice que no nos embriaguemos ni participemos de las actividades de ese mundo. A raíz de ahí, el Espíritu empezó a fluir en mi interior y habló a través de mi hacia mi amigo... La conversación derivó a muchas experiencias que él había tenido en discotecas y lugares de fiesta, y él mismo se dio cuenta mientras me lo contaba que la gran mayoría no eran demasiado buenas... Por otro lado, me contó cosas que había hecho las cuales no voy a decir, y menos aqui... y fue cuando le expresé si no se sentía mal o no le daba vergüenza cosas así, y él me respondió, que en esta vida hay que probarlo todo, a lo que yo contesté con la frase de mi estado (9-11-2010), hay cosas de las cuales podemos probar y otras de las que nos debemos privar... mi amigo al escuchar aquello se quedó bastante inquieto, nunca había escuchado tal cosa... parecía como un niño al que le acaban d enseñar a sumar.

Me alegro de aquella noche, porque, tuve una circunstancia muy fuerte, pero el Espíritu Santo me fortaleció de tal manera, que en un sitio sin salida, me mantuve firme y no me avergoncé de vivir como Dios dice que lo hagamos.

Bendiciones a todos... Recordad, nuestro testimonio nos da vida y es el cuadro que inconversos tienen para darse cuenta que Dios en una realidad y que cambia las vidas.

jueves, 18 de agosto de 2011

De hoy, no pasa.

Algo muy importante que hay en la vida de todos los hijos de Dios son los propósitos que Él tiene con cada uno de nosotros; y hablo de los suyos, no de los nuestros. Sin embargo, no nos engañemos, va a haber muchos estorbos que Satanás pondrá para que no se cumplan. Sin embargo, bien dice en Salmos 138:8 que ni siquiera el mismo enemigo puede abortarlos; pues solamente nosotros mismos podemos hacerlo.

El lugar donde más se ataca a una persona, es en la mente, ya sea con pequeñas o grandes cosas. Pero debemos tener muy claro donde están nuestros fundamentos y cuales son. Algo nuevo me llegó una noche en la que estaba en la iglesia, en el tiempo de adoración, y era una palabra que necesitaba urgentemente para mi vida. Cuando nos ocurren cosas, ya sean malentendidos, que te hayan dicho alguna mala palabra, haber tenido un mal día, etc, algo muy pequeño, no deben sobrepasar al siguiente día, sino deben quedarse en ese día, no volver a pensar en ellos, y vivir el siguiente día como un nuevo reto. Sin embargo, no hay que confundir, una situación más compleja, que nos sirve para aprender, donde debemos tomar una decisión, y continuar. Pero jamás podemos permitirnos que cosas tan simples nos acompañen día tras día e ir dando más importancia de la que realmente tienen.

En resumen, ante la situación compleja, toma de decisión y adelante, ante una simple ocurrencia, no sobrepase ese día. Dios tiene grandes cosas para sus hijos, y nadie puede arrebatartelos. Si piensas en tirar la toalla porque algo acontezca, estarás permitiendo que te arrebaten aquello que está preparado para ti.

Jehová cumplirá su propósito en mi
Tu misericordia, oh jehová, es para siempre,
No desampares la obra de tus manos.

(Salmo 138:8)

miércoles, 17 de agosto de 2011

Presentación

Mi nombre es Antonio Blaya, tengo 22 años y vivo junto a mis padres y mi hermano. Estudio en la Universidad Pública de Murcia y doy fe de que mi vida va bien encaminada porque tengo al mejor guiador que es a Dios. El mensaje de mi dirección y de mi tablón va acompañado de algo que he aprendido a creer durante el transcurso de mi adolescencia y final de ella; cuando crees que puedes hacer algo, lo harás, pero mientras no lo creas y tu mismo te pongas esas limitaciones, te quedarás en el mismo sitio, o retrocederás.
Mi propósito de haber hecho este blog es poder plasmar muchas de las cosas que Dios ha puesto en mi vida y, de alguna forma, poder llegar a cualquier persona, y sea un medio donde pueda aprender de otros amigos y de ayudar a quien pueda. Que el Señor os bendiga!!