sábado, 3 de noviembre de 2012

¿¿Habrá remedio??

Escuché... o mejor dicho, leí en una breve historia como un joven le decía a su profesor de universidad que la maldad no existía como sí, sino que era la ausencia de bondad, dando como ejemplo la ausencia de luz en la oscuridad. Mi pregunta, para realizar una posible tesis e investigación sería: ¿Cuál es la raíz de ese deseo de realizar un mal al prójimo para hacer daño? Respuestas variadas. Lo haría una persona rencorosa, resentida, que no ha sido capaz de perdonar... humanamente esas tres proposiciones parecen lógicas, pues, si hay algo que no te ha sentado bien y ha arruinado algún plan o ha modificado algo de tu vida que no tenías previsto, pues quieres responder con otro mal... Sin embargo, no quiero irme por las ramas, puesto que he aprendido desde hace años a intercambiar mal por bien, es decir, responder con lo que llevo dentro, que es al Espíritu Santo.

A pesar de ello, sigo con la incógnita... ¿Por qué? Probablemente la pregunta más hecha a lo largo de la historia y muy puesta en la fama por un personaje muy dado como José Mourinho. Ahora yo, el jovencito Le Blanc Bonaparte (Pseudónimo) me hago esa pregunta ante tales cosas que veo. ¿Por qué resulta tan morboso ver a la gente dañada? Yo, sinceramente, me agrada ver a una persona feliz, me encanta darle de comer a los pobres, me encanta hacer reir a los niños y a las personas mayores... ¿cómo se puede ver normal lo contrario? Y no estoy hablando de enfermos psicópatas, estoy hablando de tu compañero de instituto, universidad o trabajo, estoy hablando de algún conocido tuyo con el que juegas al fútbol... de los ejemplos que quieras poner. ¡Qué confundidos estamos! Acepto cualquier tipo de respuesta. Sin embargo, el hecho de que sea la naturaleza humana, sería una posible respuesta, pero yo quiero algo muy profundo, quiero que me digan porque se siente tanto placer por hacer daño a los demás y hacerlo tan incómodo. No me estoy haciendo la víctima, es solo una breve investigación personal, peor lo pasó Esteban, que por predicar lo mataron a pedradas donde seguramente lo desfiguraron, o peor lo han pasado todas las víctimas injustas de la Inquisición, de los campos de concentración o las familias desamparadas de los países tercermundistas... yo solo quiero una respuesta, que si no es dada es porque está habiendo una reflexión.

Bendiciones.

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