n, de que otros
hacen viajes que no podemos hacer, cuando otros no pueden ni salir de su aldea
por peligro a que sean devorados por los leones u otras fieras. También nos
sucede que nos quejamos porque no nos gusta nuestra ropa y queremos nueva si o
si, cuando hay otros que llevan todo el año la misma camiseta (si es que la tienen).
Debemos considerar lo privilegiados que somos, como Dios nos bendice, y sobre
todo, agradecidos. Cada día podemos desayunar, comer y cenar; tenemos ropa y
calzado que ponernos, seguro que tienes agua corriente en tu casa y un
calentador para ducharte (mientras otros se bañan en el río). Consideración y
agradecimiento, se trata de eso. Cuando ya estamos acostumbrados a un ritmo de vida y a unos privilegios parece que no nos saciamos, que queremos más, y es bueno querer siempre prosperar, pero también es bueno ser humilde y agradecido con lo que tenemos aunque no sean tiempos de abundancia. Todos los tiempos pasan, los buenos y los malos.
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